La reserva natural de Tiscornia es un pequeño ecosistema natural ubicado en la bahía de La Habana, al este de Casablanca.
El Paisaje Natural Protegido Ensenada de Tiscornia cubre una superficie total de 69,03 hectáreas, incluyendo 16,26 hectáreas marinas y 52,77 hectáreas terrestres.
Cóctel Don Roca creado por el deportista cubano Alain Roca
Reserva natural de Tiscornia en La Habana
Actualmente, la reserva es gestionada como un área ecológica y se enfrenta a diversos desafíos para su preservación y conservación.
Se conservaron en la pequeña ensenada de Tiscornia, al este de Casablanca, algunos fragmentos de los bosques de mangles que antaño caracterizaron la costa de la bahía.
Este pequeño ecosistema natural de 123 hectáreas (117 hectáreas terrestres y 16 hectáreas marinas), hoy se encuentra protegido y se gestiona como un área ecológica.
En este relicto existen cuatro especies de mangles de baja altura y otras especies vegetales típicas de los humedales cubanos. También, tiene dos especies endémicas: Borrichia cubana y Protium cubense.
Es refugio de aves acuáticas —5000 al año—, y hábitat de varias especies de peces, crustáceos, anfibios y reptiles.
Constituye por ello un pequeño tesoro natural en el corazón de la capital, una ventana al aspecto original que un día tuvo la bahía, y un refugio imprescindible para la avifauna que tanto ha visto reducidas sus áreas de descanso, nidificación y alimentación por la urbanización y la actividad industrial.
Un pequeño ecosistema que, además, contribuye en la filtración de las aguas que desembocan en la bahía y que pudiera servir en la reforestación y restauración ecológica de otros tramos costeros.
Se establecieron hoy nuevas zonas con Regulaciones Especiales en varias provincias de Cuba, incluyendo La Habana, Villa Clara, Guantánamo, Holguín, Las Tunas, Matanzas y el municipio especial Isla de la Juventud (MEIJ).
Estas áreas, declaradas como
La Ensenada de Tiscornia, en el municipio de Regla, en la provincia de La Habana, es una área Protegida, con importancia histórico-cultural.
Las actividades permitidas en la zona incluyen la recreación y el turismo. También, senderos para la observación de aves y el manejo forestal para el tratamiento silvicultural del bosque.
Sin embargo, se prohíbe el uso del fuego dentro de sus límites, así como verter desechos o extraer especies de la flora y fauna.
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